Dar Fruto

Pastor: Aquiles Azar

Predica: Dar Fruto

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- Marcos 4:20 -
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.

Mucha gente oye la palabra pero no la recibe, ¿Cuántas veces has escuchado una palabra de Dios, un mensaje que lo estás oyendo pero no lo estás recibiendo?

Hace tan solo una semana estaba ministrando en la iglesia acerca de Filipenses 4:10-20 y el Señor me dijo: Diles que apelen a la cuenta que tienen en el cielo, porque cada vez que tienen un problema económico buscan la cuenta que tienen en el banco. Y de acuerdo a lo que tengan en el banco de la tierra entonces creen que vivirán en la tierra o que con eso van a pasar la prueba. Tienen una prueba y dicen: ¡Ahh! pero no tengo suficiente dinero en el banco, esto no me alcanza. Pero has diezmado y ofrendado toda tu vida y no eres capaz de mirar la cuenta que está en las manos de Dios a tu favor. Uno no pasa la prueba con la cuenta de acá abajo, con la cuenta de la tierra, ni si quiera compra uno con esa cuenta, sino con la cuenta que está arriba.

Mientras hablaba me preguntaba cuántos estarán solo oyendo y cuantos estarán recibiendo la palabra. La tierra que no recibe la palabra es una tierra que jamás dará fruto a la palabra, no es una buena tierra.

Hay verdades que ninguna iglesia entiende solo una. Las riquezas en gloria no son para todas las iglesias. Yo espero que aquí en Santo Domingo ésta sea esa iglesia.

No todas las iglesias toman el modelo de Jesús pero algunas lo tomamos y hemos crecido. Antes había que traerle la gente al pastor para que les echara fuera los demonios, ahora los niños echan fuera demonios.

Recuerdo el primer encuentro de mujeres en el cual una mujer estaba tirada, endemoniada, y todos se me quedaban viendo para ver si yo le iba a echar fuera los demonios mientras yo me quedé platicando con otra persona sin hacer nada, hasta que llegó alguien y me dijo: Pastor, ¿No va hacer nada, no ve que está tirada? Y le dije: Y, ¿Por qué tengo que hacerlo yo? Hágalo usted. Ella me contestó: Pero yo no sé cómo a lo cual le respondí, ahora le doy el curso: Vaya y dígale, sal fuera en el nombre de Jesús, así como cuando le habla el marido, con autoridad. Entonces entendió y recibió la revelación y llegó y le dijo a la mujer: ¡Fuera en el nombre de Jesús! y se fue el demonio. Ahora anda la mujer por todas las puertas de la iglesia preguntando: ¿Usted está endemoniado, usted, y usted, le puedo servir en algo?

Tenemos que comprender que mientras el pastor lo haga todo, la iglesia no va avanzar. Nosotros estamos puestos para adiestrarlos a todos para que todos lo hagan. Tiene que ser una iglesia de hormigas, de gente trabajadora en el reino. Si usted ve la gente en la iglesia “Casa de Dios” verá a todo un ejército trabajando. Cuando llega un predicador o ministro invitado hay gente multimillonaria en el parqueo que les espera para limpiarle los zapatos, y ellos ni saben quién les está limpiando los zapatos. Se ha logrado unificar una cultura de pobres y ricos, blancos y negros, altos y bajos, todos juntos para el reino de los cielos.

Marcos 4:20 -
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.

Ahora diga conmigo: al treinta, sesenta, y cien. “Tenemos que ir en aumento”.

- Mateo 13:23 -
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

Hay una tierra que produce del treinta al sesenta y al cien. Pero hay otra tierra que produce al cien, sesenta y al treinta. Los evangelistas lo pusieron en dos órdenes diferentes, uno lo puso en aumento y otro lo puso en descenso.

Si tu produces el treinta por ciento del fruto que hoy es, ya eres buena tierra, no te condenes por no hacer todo perfecto, con el treinta que estás produciendo eres buena tierra, pero del treinta debes ir al sesenta y del sesenta debes ir al cien. ¡Es solo tener paciencia para dar fruto!.

Pero hay otra tierra que al principio produjo el cien, pero conforme pasó el tiempo redujo al sesenta y quizás ahora estás al treinta, te has enfriado, tienes una mezcla de creyente con espíritu de incredulidad. Empezaste en el modelo al ciento por uno, no había gente que no consolidaras, no había persona que no pusieras en la Escuela de Obreros, no había uno solo que no enviaras a un lanzamiento, no había un encuentro al que faltaras para ir a ministrar, pero de pronto empezaron las excusas: “Estoy cansado, tengo mucho qué hacer”. Y comenzaste a rendir al sesenta lo cual aún indica que eres buena tierra, sin embargo estás dando una mala señal.

Cuando te convertiste al Señor no había culto al que faltaras, no había versículo que no le repitieras a alguien, estabas dando al ciento por uno, eras una excelente tierra, pero entonces pasados los meses bajaste al sesenta, bajaste al treinta, aún en el treinta eres buena tierra pero tienes que regresar a la senda antigua y empezar otra vez del treinta al sesenta y del sesenta al cien. La palabra declara: “Nosotros no somos de los que retroceden” (Hebreos 10:39).

Cristianos preciosos, si algo nos falta es carácter, carácter. Hay quien empezó en el evangelio bien, con una pasión y un amor, dice haber recibido un llamado, años más tarde usted los encuentra siendo unos grandes picaros, ladrones, deshonestos, con grandes cargos en la iglesia evangélica. No quieran ustedes que la gente piense que la iglesia es así, no, solo algunas, no todas.

Hay gente que un día dio fruto pero deja de dar fruto y ahora en lugar de dar fruto dan cizañas. Pases de cortesía que se dan gratis en una cruzada algunos los toman y los venden. Estoy diciendo esto porque en algún lugar Dios tiene que encontrar la esperanza de que el reino se vaya a establecer en ese país. Dios está buscando esas iglesias donde hay gente honesta, íntegra, trabajadora, ungida que se levante para poseer el país.

Les voy hacer una pregunta: ¿Creen que ustedes son honestos como cristianos? Si usted cree eso la iglesia que menos puede retroceder en el país son ustedes, no se asusten por estar en un lugar tan grande, cobren visión, imagínense a todo el mundo sentado adorando a Dios, no se asusten por la persecución que le dan a sus pastores; juzgándolos, criticándolos y hablando de ellos porque son hombre y mujer de Dios, merecedores no solo de lo que tienen sino de más, peleen hombro con hombro con ellos y avancen en el fruto.

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bueno hermanos me intereso mucho esta predica al leerla y quiero compartir la bendicion de esta predica y que Dios les bendiga mucho

att

negrusa